viernes, 6 de junio de 2008

Enfrentamiento

Querida M:

Llevo mucho tiempo soportando tus embestidas, dejando que cohabites mi alma, que la estrangules y te apoderes de ella a placer.

Llevo mucho tiempo jugando al enroque, dejando que me des jaque cada dos por tres, escondiéndome tras el resto de figuras y sintiéndome inferior que un peón de negras.

Llevo mucho tiempo huyendo y asustándome, permitiendo que me acobardes, que me manipules y te diviertas a mi costa.

Y todo porque sé que un día me sacarás del envoltorio, porque sé que un día la partida acabará, porque sé que un día me encontrarás aunque esté subido en un risco del último confín.

Pero a partir de ahora decido plantarte cara, a partir de ahora voy a pasear por el tablero a mis anchas con movimientos que no se han inventado, a partir de ahora te voy a sostener la mirada, voy a agarrar tu mano y aceptar el pulso. A partir de ahora comienza la batalla, grandísima hija de puta. Me he ido a la plazoleta del rastro y he cambiado el cromo del miedo por el de la valentía. Y voy a ser un cabezón, un tozudo y el tío más pesado de la tierra, porque no pienso parar hasta que te hayas marchado bien lejos, tan lejos que no huela ni tu rastro, tan lejos que sólo pueda encontrarte al final, cuando llegue la moraleja y mirando la fábula de mi vida agarre tu mano con una sonrisa en los labios.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

a por ella!!!!!!!!!!!!!!!!!
;)

Anónimo dijo...

¿Sabes qué?
A mí también me pasa...
:-S

Sofi dijo...

Y siempre piensa en aquella imagen, aquel momento.
Sofi