jueves, 25 de enero de 2007

Los estímulos del mundo

Últimamente he tenido la oportunidad de pasear solo varias veces. No es que saliera expresamente a dar una vuelta, que a veces también lo hago, sino que por un motivo o por otro me ha tocado recorrer algunos trayectos a pie por la calle. Cosa que, con la vaguería que produce el hecho de tener coche, tenía bastante olvidada.

Es curioso la cantidad de detalles que puedes encontrarte en un pequeño recorrido de apenas unos metros. No hace falta ir especialmente atento. Están ahí, sin que puedas evitarlo. Esas cosas que, sea del modo que sea, te sacuden, se te quedan grabadas o simplemente llaman tu atención. Los estímulos del mundo. No han de ser algo grande, de hecho en su mayoría son cosas pequeñas... un niño que, tras haber aprendido a andar, corre tambaleándose con una sonrisa en la cara mientras su madre le persigue atenta detrás... una frase suelta recogida de una conversación de dos personas que se cruzan... la forma de una nube... una manera de caminar... una pareja besándose en un banco... el olor del césped mojado... una melodía tocada por un violinista en un pasillo del metro... una frase de un cartel...

Cuando has llegado a tu destino eres capaz de recordar varios de estos estímulos y guardarlos como pequeños tesoros encontrados en tu camino. Y yo me pregunto, ¿cogeríamos todos los mismos momentos?

Supongamos el siguiente experimento. Dos personas salen a pasear solas. Solas, pero en el mismo lugar y a la misma hora. Se proponen realizar un recorrido fijado de unos veinte minutos de duración. Van caminando al lado, pero no intercambian ningún tipo de conversación, mirada o contacto físico. Cada una de estas personas realiza su paseo en su soledad, pero están sometidas a los mismos estímulos. Una vez llegan al destino acordado ambas comentan las tres, cuatro o cinco cosas con las que se quedarían de ese paseo. Probablemente han sido bombardeadas por miles de sensaciones o emociones en ese corto intervalo de tiempo, pero aún así son capaces de seleccionar un numero finito de ellas. ¿Cuántos de los momentos elegidos tendrían en común sus listas?

Invito a quien quiera a compartir la soledad de un paseo y comprobarlo.

3 comentarios:

Miguel dijo...

Mañana salgo de un examen a las 12:00 de la mañana aproximadamente, y tengo libre hasta las dos. Si quieres lo hacemos (ñam). Si no es mañana, cualquier otro día.
Soy tu hombre.

Jose Manuel Peña dijo...

Su hombre y su favorito, ¿verdad Elena?
Jajaja es broma!

Me encanta la forma que tienes de escribir Javi, siempre me quedo embobado con tus palabras.

Un abrazote de koala muy grande
Stui

Kermit dijo...

Creo que yo me quedaría con el 13,71 % (tirando por lo alto) de lo que se quedarían los demás. Es lo que tiene vivir en un asteroide aparte, describiendo órbitas alrededor de no se sabe muy bien qué.
En fin...