miércoles, 24 de diciembre de 2008

Confrontación Inevitable

Esta es la historia de una leyenda que llevaba gestándose desde hace mucho tiempo. Diez años para ser exactos.

Dos enemigos acérrimos que se daban la espalda, que se temían... Y que, sin embargo, ardían en deseos de acabar el uno con el otro. Una lucha en la sombra. Ataques, heridas y sanaciones que no dejan rastro. Los preparativos de lo que, sin duda, sería un auténtico banquete de hostilidades, de honor, de voluntad y de conciencias silenciadas.

Hoy comenzó la arrancada, el primer sprint con los músculos alcanzando su máximo nivel de tensión. El aire silbando en los oídos. Las plantas de los pies acariciando anecdóticamente el suelo. Un muro acercándose a la misma velocidad. Haciendo que sus dimensiones sean cada vez más grandes.

Una colisión brutal. Dolor. Fortaleza. Convencimiento. Hoy es el primer día del desenlace.

Hoy empecé a escribir mi proyecto de teleco.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Qué gran verdad...

Respecto a mi post del domingo pasado, titulado "Lo mejor", quiero decirle a la Chica de Rojo que tiene toda la razón del mundo.

He descubierto que, actualmente, comportarse de un modo sincero o cómo dicta tu corazón no te lleva a ninguna parte. Es mucho más efectivo guardarse los sentimientos, ir de duro y tratar a la gente como un cabrón o, lo que es peor, con indiferencia.

Gracias por abrirme los ojos. A ver si soy capaz de cambiar mis modos y mandar ciertas costumbres a la basura.

Lo que me he movido...

Qué de mundo por recorrer...

domingo, 14 de diciembre de 2008

Lo mejor

Es ser fiel a uno mismo.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Rescate

Siempre llegan esos pequeños instantes de soledad. Cuando realmente haces evaluación del día. Cuando alargas la mano debajo del edredón pero te la coge el vacío. Silencio inquebrantable. Fuera se intuye la lluvia. Y te asalta el pensamiento fugaz de salir en pijama a correr de madrugada. Para sentirte vivo. Para, al menos, tener mañana una historia que contar. Estoy otra vez aquí, refugiándome. Escondiendo la cabeza en las palabras con miedo de avestruz y fortaleza de rinoceronte. A prueba de balas pero temblando. Sin saber qué cara poner al día siguiente. Sin saber cómo interpretar las caras que vea. Un día volveré a decir aquello de "Hola, soy así". Y si me contestan que les parece genial me convertiré en algodón de azúcar para siempre. Intuyo que eso será dentro de no mucho. En cuanto me dé por soltar la cuerda que me ata. Entiendo cada día como un tic tac menos y yo estoy en este mundo para devorar hasta las manijas. Para entregarme sin remilgos a la vida. Soy un ser de pasión. Pero con la pasión vuelta hacia mí. Nunca se me dieron bien los debates. Y menos conmigo mismo. Porque aunque sé que ganaré, también sé que pierdo. Pediría, por favor, si existe algún superhéroe leyendo esto que venga a salvarme ipso facto. Es urgente...

sábado, 6 de diciembre de 2008

Gift

viernes, 5 de diciembre de 2008

Cosas que siguen siendo...

jueves, 4 de diciembre de 2008

Auto-Carta

Hola Edward:

Sé que resulta muy extraño escribirse a sí mismo desde el futuro, pero necesitaba que supieras algo. De ahí el motivo de esta carta.

Todo está bien por aquí. Aquellas cosas por las que ahora mismo sufres o que te generan dolor son motivo de alegría y felicidad en mi tiempo. Independientemente de lo que te diga la gente tú hazme caso a mí que soy el que lo está viviendo.

No es necesario que modifiques nada ahora mismo. Manténlo todo tal cual, sal a la calle con la sonrisa que siempre te ha caracterizado, haz tus bromas y chistes malos, transmite energía positiva a los que te rodean, muéstrate como eres y deja que la película llegue al final feliz.

Quizá ya estás haciendo todo esto y mis palabras no te aporten nada nuevo, pero si en algún momento te quedas bloqueado, si en alguna ocasión sopesas la opción de tirar la toalla, simplemente quiero que releas lo que aquí te escribo y que saques fuerzas de esta convicción dejando atrás la vulnerabilidad que te entregan la esperanza y la fe.

No puedo decirte con exactitud cuánto falta hasta que tu realidad coincida con la que ahora yo vivo y desde la cual te escribo (me lo tienen prohibido). Lo que sí puedo decirte es que merece la pena esperar.

Vales mucho, Edward. Que no se te olvide.

Un abrazo.

Tú (Yo)