domingo, 7 de diciembre de 2008

Rescate

Siempre llegan esos pequeños instantes de soledad. Cuando realmente haces evaluación del día. Cuando alargas la mano debajo del edredón pero te la coge el vacío. Silencio inquebrantable. Fuera se intuye la lluvia. Y te asalta el pensamiento fugaz de salir en pijama a correr de madrugada. Para sentirte vivo. Para, al menos, tener mañana una historia que contar. Estoy otra vez aquí, refugiándome. Escondiendo la cabeza en las palabras con miedo de avestruz y fortaleza de rinoceronte. A prueba de balas pero temblando. Sin saber qué cara poner al día siguiente. Sin saber cómo interpretar las caras que vea. Un día volveré a decir aquello de "Hola, soy así". Y si me contestan que les parece genial me convertiré en algodón de azúcar para siempre. Intuyo que eso será dentro de no mucho. En cuanto me dé por soltar la cuerda que me ata. Entiendo cada día como un tic tac menos y yo estoy en este mundo para devorar hasta las manijas. Para entregarme sin remilgos a la vida. Soy un ser de pasión. Pero con la pasión vuelta hacia mí. Nunca se me dieron bien los debates. Y menos conmigo mismo. Porque aunque sé que ganaré, también sé que pierdo. Pediría, por favor, si existe algún superhéroe leyendo esto que venga a salvarme ipso facto. Es urgente...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

me he sentido tantas veces así....

Tatus dijo...

Ya es un poco tarde, pero para otras ocasiones, soy un superhéroe moderno.. funciono con activación por sms o email.. ;)