Escribo sólo para recordar este día.
Para inmortalizar el momento en el que vi cómo se formaba un halo de luz alrededor de tu cabeza y tu pelo y tus dedos disparaban polvo sideral alcanzando los más apartados confines de éste y de otros mundos.
Escribo porque hoy le has alargado la sonrisa a mi corazón. Porque puedo decir que me siento feliz. Y quiero que el cielo lo sepa.
Siempre supe que eras una estrella...
martes, 30 de octubre de 2007
Y entonces brillaste...
Publicado por
Edward Bloom
a las
19:34
1 comentarios
lunes, 1 de octubre de 2007
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