martes, 6 de febrero de 2007

Cambio de rumbo

Este es uno de esos momentos en los que sientes que tienes que escribir algo pero no sabes bien el qué.

Llevo unos cuantos días en los que no me encuentro. Me noto pesado, lento, vago... como con un lastre encima que no me deja continuar. Desaprovecho mi tiempo o lo invierto en cosas de escasa utilidad. Después me siento culpable, veo todo lo que tengo que hacer y me agobio. Pero por más que lo intento no consigo cambiarlo. Voy a remolque de mí mismo sin tener un mecanismo que me desplace. La Nada avanza y Atreyu sigue sin moverse.

Las noches siguen igual. El mismo insomnio que me ataca una y otra vez. Da igual lo cansado que pueda llegar a casa o que me acueste tarde. Mi maldita cabeza no me da un respiro y el cerebro se pasa de revoluciones hasta que por fin se aburre. Aburrimiento que casi siempre llega con la salida del sol. Si no tuviera ocupaciones diarias podría transmutar mi vida y pasar a ser el vampiro nocturno en el que mi ritmo biológico se empeña en convertirme, pero desgraciadamente, y muy a mi pesar, tengo cosas que hacer por las mañanas... aunque luego sea incapaz de llevarlas a cabo...

Uno ya no sabe si padece de vaguería, pereza, apatía, agotamiento o un tipo de pesadez indescriptible del alma. Me siento mal con mi persona. Me considero un inútil, un fracasado, alguien incompetente que con su actitud siente que se defrauda a sí mismo y a los demás. Y me digo "Se acabó. Mañana te vas a levantar y vas a ser el ser humano más productivo del mundo". Pero no ocurre así y los días van pasando. No es que me importe que los días pasen. De hecho, me alegro por ello y los tacho del calendario igual que los presos ponen muescas en sus celdas reduciendo la duración de su condena. Es sólo la sensación de haber desperdiciado otro pedacito de mi vida. Con todo esto corroboro lo que ya sabía. Soy emocionalmente estúpido.

Esta serie de circunstancias me hacen pensar y me llevan inevitablemente a darme cuenta de hasta que punto puede influirnos nuestro estado de ánimo a la hora de llevar a cabo cualquier cosa. De lo importante que es ser feliz con lo que se hace o simplemente ser feliz para hacer algo. Probablemente baso mi felicidad en pilares equivocados, de ahí todo este desorden y esta inmovilidad.

Hoy realizo un cambio de rumbo y al más puro estilo Amelie decido basar mi felicidad en proporcionársela a los demás. Se acabó el hablar de mí o de mis problemas. No soy, ni mucho menos, tan importante. Estoy convencido de que el ser capaz de darse de un modo generoso y altruista al mundo es altamente gratificante. No espero encontrar una recompensa personal más allá de esa acción. No espero la reciprocidad. No espero que todo lo que yo necesito me sea dado de pronto por el simple hecho de intentar ser mejor persona. Sólo espero que mis días y mis actos encuentren un sentido. Sólo espero que al alegrar un alma la mía se contagie, o que al sacar una sonrisa, mi mueca se mire en ese espejo.

A principios de año me prometí que la próxima lágrima que derramara sería de felicidad. Aún estoy a tiempo y quizá éste sea el camino para conseguirlo. Aquí me tenéis para cualquier cosa que necesitéis.

3 comentarios:

Miguel dijo...

Me alegra ver que has encontrado una forma de sentirte realizado, y a la vez estar feliz con la gente que te rodea. Espero que esto empiece a suponer un cambio en tu vida.
Pero ten cuidado. "Si pones a todo el mundo por delante de tí, acabarás el último".
Un abrazo, tío.

Kermit dijo...

Como decían en "Qué pelo más guay": "Las piernas... ya vendrán". Intenta darte un respiro.

Igual es necesario que pierdas un poco de tiempo ahora, Javi. Igual necesitas encontrar un rumbo, para seguirlo contra viento y marea.

Intenta tener calma. Qué consejo más absurdo, sé de sobra lo difícil que es.

Celia dijo...

Aquel día que viniste a hablar conmigo en el salón de actos y yo no pude contener las lágrimas, me ayudaste un montón, me hiciste sentirme un poquito más feliz.
Hiciste lo que describes que vas a intentar hacer a partir de ahora...
Javi, yo no te conozco desde hace mucho tiempo; sin embargo tengo la CERTEZA de que llevas haciendo felices a los demás toda tu vida.
Muuuuuuuaks!