A todos les daba asco
el Joven de Margarina
que vivía en un frasco
al fondo de la cocina
Era blando y amarillo
con el cuerpo pegajoso
del tamaño de un grillo
calvo, feo y ojeroso
Estaba enamorado
de una Galleta María
que vivía al otro lado
en su misma estantería
Un buen día la Galleta
con amigas de reunión
maquinaron una treta
sólo como diversión
Fue la Galleta al lugar
donde el Joven vivía
y comenzó a susurrar
con atrayente armonía
"Deseo fervientemente
algo que dé buen olor
me valdría el recipiente
que está sobre el radiador"
Saltó el Joven aprisa
y recorriendo la estancia
llegó al pie de la repisa
donde estaba la fragancia
A medida que escalaba
su cuerpo se deshacía
pero su cara mostraba
una expresión de alegría
Su cuerpo quedó reducido
a un charco amarillento
y las risas, ¡qué sonido!
eclipsaron su lamento
martes, 3 de abril de 2007
El Joven de Margarina
Publicado por Edward Bloom a las 2:31
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1 comentario:
Jo!!!Las Marías no somos tan malas...
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